Cada vez es más habitual que las oficinas dejen de ser espacios rígidos en el que una mesa y una silla conforman el espacio laboral frente a una pantalla de ordenador. El soft seating pisa con fuerza y las empresas se apuran en apostar por él por las enormes ventajas que les supone. Mejora de la productividad, máxima concentración, sensaciones de confort, valoración positiva por parte del trabajador del ambiente de trabajo…. Y precisamente en estos espacios los sillones juegan un papel fundamental.
Los sillones de oficina son elementos más cómodos, más confortables y que generan una sensación distendida en los trabajadores que los utilizan. El ambiente que se crea no tiene nada que ver con el de un puesto de trabajo individual y único. Los trabajadores pueden compartir experiencias, comentarios o trabajar en grupo sin sentarse en su puesto frente al ordenador. Para que esto sea posible sería impensable el uso exclusivo de las sillas operativas o de dirección. Si quieres crear un espacio de soft seating necesitas los sillones y, en muchos casos, esos sillones tendrán diseños asociados al hogar como por ejemplo el Jet 3 Plazas o el modelo Rubi 2 plazas.
¿Por qué utilizar sillones en zonas de soft seating?
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- Ambiente laboral distendido: Crear ambientes laborales en los que se pueda trabajar y hacer vida social es importante en la oficina actual. Para conseguirlo, utilizar elementos como los sillones es clave. Los sofás son capaces de servir como zona de reunión improvisada para un trabajo en equipo, pero también para comer algo rápido, o para descansar un rato acompañado de otros trabajadores. Y quién sabe si en alguno de esos momentos surge una idea creativa para el proyecto que se tiene en marcha.
- Mejora de la comunicación: Comunicarse de manera efectiva en trabajos en grupo, así como solicitar la opinión de otros compañeros sobre trabajos individuales no es sencillo en puestos de trabajo individuales y separados de los demás. Por eso las zonas de soft seating, sobre todo si se apuesta por el sofa Sophia Modular, son perfectas para este fin.
- Mejora de la productividad: La productividad mejora con una comunicación fluida, con una potenciación de la creatividad por parte de los grupos de trabajo y con la creación de zonas de confort. Todo ello es posible utilizando sillones adecuadamente colocados en esas zonas mixtas de soft seating.
- Mejora de la concentración: La concentración de los trabajadores está muy relacionada con el ambiente de trabajo. En las zonas de soft seating ese ambiente distendido que se consigue con el uso de sillones realmente cómodos se mejora la concentración en lo que se está haciendo porque se pierde la noción de estar trabajando. Se consigue que el trabajador esté disfrutando de su trabajo.
- Sensación de confort: Crear un ambiente cómodo para el trabajador, tanto física como anímicamente es realmente fundamental. En ese sentido los sillones de las zonas de soft seating recuerdan al hall de una casa, al propio salón o a un espacio en el que sentirse como en el hogar.
- Reducción del absentismo y bajas laborales: Uno de los riesgos más importantes a los que se enfrentan los trabajadores de oficinas son precisamente los que están relacionados con los problemas de espalda. Es importante cuidar de la ergonomía al máximo y para ello se deben elegir elementos de mobiliario adecuados. Los sillones de oficina están recomendados porque permiten posiciones distendidas y cambios de postura constantes.